Skoda ya está ultimando los detalles para la presentación de la nueva generación del pequeño Fabia. Será en el Salón del Automóvil de París el próximo mes de octubre cuando podamos de manera oficial aunque no se descarta que varias semanas antes se muestren algunas imágenes.
El nuevo Fabia no contará con la plataforma MQB y compartirá la que ya llevan los Ibiza y Polo, algo más avanzada que la del modelo actual. Lo que sí tendrá de última hornada son los motores, todos ellos ya estrenados en la actualización del Polo y que se caracterizarán por sus bajos consumos y emisiones. Los más interesantes serán los 1.0 MPI de 75 CV (también lo habrá con 60 CV) y los diésel de 1,4 litros en sus tres variantes (75, 90 y 105 CV).
Algo que sorprende y que ha confirmado Skoda Australia es que seguirá contando con la versión familiar. En la actualidad no hay muchos modelos en el segmento B con este tipo de carrocería y los checos no quieren perder esas ventas, no demasiado altas pero sí importantes.
En materia de equipamiento recibirá muchas novedades. Podrán tener el control de crucero activo, sistema de frenada automática en ciudad y los sistemas de infoentretenimiento más avanzados compartidos con otros productos de VAG. Estéticamente seguirá el lenguaje de diseño ya visto en el Octavia, con ópticas más rasgadas y luces diurnas por LEDS integradas en aquellas unidades con los xenón opcionales.
Sobre la cancelación de las versiones RS todo sigue igual. Parece que Skoda se centrará en aquellas versiones de corte deportivo sólo en lo estético, situando a los exitosos MonteCarlo como variantes más pintonas. Las ventas del RS no son altas y en VAG parecen querer dejar ese hueco a los Ibiza y Polo, más asentados entre los pequeños GTI.
