Luego de 25 años, los bólidos volverán a utilizar motores turbo cargados de 1.600 cc. Además, se implementará una nueva caja de cambios de 8 velocidades en vez de las 7 que usaban hasta 2013. La capacidad máxima del tanque de combustible ha sido reducida de 160 a 100 litros de gasolina.
Luego de 25 años, la Fórmula Uno vuelve a utilizar motores turbo cargados de 1.600 cc, 6 cilindros en V y limitados a 15.000 RPM. A eso se suma un aumento en la potencia del recuperador de energía cinética (KERS) de 80 a 150 caballos más durante 33 segundos por vuelta al circuito, antes eran solo 6 segundos. Consta también la implementación de un motor eléctrico en la entrada y salida de pits, es decir los motores serán híbridos. Además, se implementará una nueva caja cambios de 8 velocidades en vez de las 7 utilizadas hasta 2013.
Y para hacer más complicada la nueva ecuación, la capacidad máxima del tanque de combustible ha sido reducida de 160 a 100 litros de gasolina, por lo que terminar los Grandes Premios sin quedarse sin carburante es todo un reto de aquí en adelante para los pilotos e ingenieros de cada una de las escuderías.
Finalmente, a nivel aerodinámico se han eliminado ciertos deflectores, reducido el ancho de los alerones delanteros y disminuido la altura de la trompa de los bólidos por seguridad. Todo esto ha hecho que se reduzca más la carga aerodinámica de los nuevos F1, que los convierte en más lentos en las curvas.